MINUTO DE REFLEXIÓN

EVITAR LA DESINFORMACIÓN

Cada día, se pueden enviar cientos o miles de mensajes a través de WhatsApp, y se publican contenidos en redes sociales como Facebook o Twitter. En las últimas semanas han aumentado el número de publicaciones acerca del nuevo coronavirus, pero conviene estar alerta.

En principio, creemos que la información que nuestros contactos nos mandan es verdadera, pero no siempre lo es. “Evitar la desinformación no es una cuestión sencilla, porque normalmente no somos conscientes de que el contenido que nos llega a través de las redes sociales o que comparten nuestros contactos por WhatsApp es falso”, afirma Pere Masip, profesor del Grado en Periodismo de Blanquerna URL.

Apunta que, ante esta realidad, no tomamos medidas “protectoras”, porque no somos conscientes de que las necesitemos. “Además, las personas tendemos a creer que la desinformación engaña a otros, pero no a nosotros mismos. Nos sentimos protegidos ante los bulos”, expone Masip.

Tendemos a considerar falsa aquella información que cuestiona nuestras convicciones, ideologías y creencias, y a aceptar aquella que está alineada con nuestra manera de pensar.

Es importante que haya una estrategia global a medio y largo plazo que pase por la alfabetización mediática. “A corto plazo podemos enseñar a la población, empezando por los colectivos más vulnerables, los jóvenes y la gente mayor, a identificar noticias falsas y sobre todo a aproximarse de manera crítica a la información” apunta Masip.

El profesor cree que ser críticos con la información es lo más complejo y requiere tiempo. Para que esto sea posible hay que promover una actitud crítica con los medios y las redes sociales, así como reivindicar la necesidad de medios plurales y una información equilibrada.

Según el experto, siempre que hay momentos de crisis o de cambio, la desinformación aumenta porque hay más gente, empresas, gobiernos, partidos políticos… con intereses particulares que creen que pueden sacar algún tipo de beneficio.

 

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